El primer cuento corto que publicaré en Creaciones de Nathaly será No, don Gabriel, él no fue. Con este cuento participé en el VI Concurso Nacional de Cuento realizado por el Ministerio de Educación Nacional de Colombia y RCN y quedé como semifinalista. Espero que lo disfruten.
Domingo, 06 de noviembre de 2011. Durante el desayuno, don Gabriel preguntó a qué horas había
llegado su hija la noche anterior después de haber salido con su novio. Doña
Martha, su esposa, le informó que fue temprano, lo cual demostraba lo juicioso
que era el novio de su hija Ángela, Manuel. Ángela le confirmo esto a su padre y
le pidió a doña Martha que le prepara un agua para el estomago, pues toda esa
semana había tenido una leve diarrea.
Jueves, 10 de noviembre de 2011. Ángela salió para la universidad a las
7:23 A.M. Tenía mucho sueño y desaliento. Toda esa semana no había podido
dormir bien porque el calor que azotaba a la ciudad desde hacía un mes la
despertaba en las noches hasta 3 veces completamente sudada, y además seguía con
diarrea. Cuando por fin logró abordar el bus ya se le hacía tarde para su clase, y se impacientó al ver que el bus estaba lleno y que le tocaba irse de pie. Para
colmo de males, a unos minutos de haber abordado el bus, un joven con una gripa
terrible se hizo al lado de ella y estornudó varias veces. Menos mal la
pesadilla duró solo 24 minutos y pudo llegar casi a tiempo a dormir al salón.
Perdón, a recibir clases.
Viernes, 11 de noviembre de 2011. Ese día Ángela amaneció con la peor
gripa de toda su vida. Estornudaba a cada minuto, le lloraban los ojos, le dolía
la garganta y todo el cuerpo, le empezaba a dar tos e inclusive tenía una leve
fiebre. Ella no sentía ganas de hacer nada, además no había logrado dormir
mucho la noche anterior porque el calor tampoco la dejó y le empezó a preocupar
seriamente que la diarrea no se le hubiera quitado.
Sábado, 12 de noviembre de 2011. Manuel fue a
visitar a su novia por la tarde, quien se encontraba en la peor etapa de la
gripa. Entre tantos temas de los que hablaron, Manuel tocó el tema de la
aparente pérdida de peso que desde hacía poco había notado en Ángela. Ella le
confirmo que estaba contenta porque estaba rebajando esa grasa extra, pues había perdido 4 kilos en 2 o 3 semanas. Mientras hablaba con ella,
él empezó a notar que Ángela estaba sudando demasiado, así que le tomó la
temperatura y se alarmó al ver que tenia una fiebre de 38 grados. Rápidamente
le aviso a doña Martha, quien decidió que lo más sabio era salir inmediatamente
para el hospital con su hija.
Domingo, 13 de noviembre de 2011. Después de las revisiones pertinentes Ángela fue
puesta en observación, pues su gripa avanzaba a pasos agigantados y para nada
positivos. Ese día había amanecido con mucha dificultad para respirar y todos
los síntomas anteriores se habían hecho más graves. Para la noche, Ángela debía
pasar otro día en el hospital, pues su estado fue crítico y su dificultad para
respirar seguía aumentando.
Lunes, 14 de noviembre de 2011. Ángela sería
remitida a las 2:12 P.M. a la unidad de
cuidados intensivos, pues se había diagnosticado con neumonía. Ese día la tos
disminuyó, pero dolía aún más al toser. Ángela se veía muy mal y claramente así
también se sentía, además continuaba perdiendo peso y seguía con diarrea. El
pronóstico sobre la salud de Ángela era reservado, y al paso al que avanzaba la
enfermedad parecía que nada la podía parar. Estando en la sala de espera, don
Gabriel aprovechó la situación para agradecerle a Manuel por ser tan bueno con Ángela y le expresó lo
mucho que lo apreciaba.
El doctor que estaba observándola
sugirió hacer una prueba Elisa para determinar si Ángela era portadora del VIH,
pues los síntomas no deberían ser tan severos en una persona sana. El padre de
Ángela se escandalizó ante tal propuesta. Doña Martha lo calmó y permitió que se hicieran los
exámenes necesarios para saber cómo estaba su hija. El médico ordenó a la
enfermera tomar la muestra de sangre y le dijo a doña Martha que para el
viernes en la tarde le daban los resultados. Desde ese día, Ángela tuvo que
dormir sentada porque ya no podía respirar acostada.
Jueves, 17 de noviembre de 2011. Para Ángela todo había seguido igual hasta que empeoró un poco más. Ya no sólo había flema cuando tosía,
también había presencia de sangre. Hasta ese día Manuel acompañó a Ángela por las noches en la
habitación del hospital, ya que a don Gabriel le empezó a inquietar la idea de que
su hija tuviese SIDA, pues la culpa sería sólo de Manuel. Ángela ya se sentía
más muerta que viva, ya solo respiraba por máquinas y se veía cada día más
delgada. Desde hace unos días sus súplicas ya no eran para sanarse, sino para
morirse prontamente.
Viernes, 18 de noviembre de 2011. Manuel no fue
al hospital aquel día, pues notaba que la actitud de don Gabriel hacia él no
era la mejor. Ángela había dejado de hablar, su vista era perdida y sin brillo
y su piel adquiría un tono azulado por partes. Su sufrimiento fue tan fuerte que
lo dejó de sufrir. Ángela empezó a agonizar. A las 4:20 P.M. Ángela falleció.
Don Gabriel entró en un estado de ira impresionante y temible. Los resultados
de la prueba Elisa aún no llegaban, pero él estaba totalmente convencido de que
Manuel había contagiado a Ángela de VIH y que era el culpable de su muerte. A don
Gabriel se le puso la cara roja, tenía lágrimas en los ojos, le temblaban las
sienes y los puños y caminaba inestablemente por la sala de espera. Cuando doña
Martha salió de la habitación con los ojos hinchados y las manos temblando,
vio a su marido en ese estado y tuvo mucho miedo. De repente, con una voz que
nunca le había oído a don Gabriel, doña Martha escuchó: “Voy a matar a ese desgraciado, ese
infeliz va a pagar por lo que le hizo a mi niña ¡ese hijueputa me las va a
pagar!” Y antes de que ella pudiera decir una palabra, don Gabriel desapareció
de su vista.
Cuando llegó a la casa de Manuel, su destino planeado, don Gabriel llevaba una botella de cerveza que había cogido de la tienda de la
esquina y cuando tocó la puerta, Manuel mismo le abrió. Manuel se asustó mucho
al verlo así, pero antes de poder decir cualquier cosa, don Gabriel le partió
la botella en la cabeza y luego se la clavo varias veces en el estómago sin decir ni
una sola palabra, solo llorando. Cuando lo vio muerto, le dijo al cadáver: “Y
yo que lo quería a usted como a un hijo, traicionero”.
En el hospital, muerta del miedo,
doña Martha recibió un calmante y los resultados de la prueba Elisa, que decían
que Ángela sí era seropositiva. El doctor le explicó que para estar seguros de
eso deberían haber repetido la prueba y hacer otra más, pero que por la
sintomatología parecía que Ángela sí era seropositiva y que ya tenía SIDA.
Martes, 28 de octubre de 2003. Un paciente
portador de VIH estaba siendo atendido en el consultorio del doctor González,
en el procedimiento hubo un poco de sangrado. Cuando la cita terminó, el doctor
tomó un descanso hasta su próxima cita. Entonces se quitó los guantes y salió
del consultorio. La asistente quedó a cargo de limpiar los instrumentos que se
usaron, pero recibió una llamada y cuando colgó ya era hora de la próxima cita,
así que simplemente cambió las servilletas y algodones, botó los guantes,
limpió con una servilleta los instrumentos para que la sangre no se viera y los
ordenó en la mesa. El doctor hizo seguir a su próxima paciente, Ángela, una niña de 9
años que necesitaba la extracción de un molar que impedía que uno nuevo
saliera. Ángela se acostó en la silla y el doctor tomó los instrumentos para
iniciar el procedimiento.